martes, 26 de marzo de 2013

Senderismo en Portugal por el GR12: de Monsanto a Alcafozes


Este pasado domingo me puse las botas de montaña, y junto a una amiga y al club de senderismo Emérita Augusta nos fuimos hacia Portugal, a seguir un tramo del GR12, en concreto entre Monsanto y Alcafozes. Hace ya un tiempo había visitado un par de pueblos de la ruta, Monsanto e Idanha-a-Velha, pero moviéndome entre ellos en coche. Esta vez era a pie.

En realidad las visitas de los pueblos fueron algo rápidas, había que cubrir unos 18 km, lo que suponen varias horas de camino, además de necesitar unas dos horas y media de desplazamiento en autobús. Así que llegamos a Monsanto, nos bajamos y preparamos para salir. El tiempo estaba gris, pero en algún momento salió el sol (brevemente), y aunque tuvimos alguna gota, no llegó a llover. Además, la temperatura era perfecta. Tan solo hubo algún momentito que soplaba el viento y era molesto, pero duraba poco.

La ruta se puede dividir en tres tramos. El primero de ellos, entre Monsanto y Carroqueiro. Monsanto está situado en lo alto de una montaña, y vale mucho la pena verlo, aunque esta vez tan solo lo cruzamos. Comenzamos a bajar por un estrecho camino empedrado y en un entorno precioso, el mejor tramo de la ruta. Todo estaba verde, las piedras llenas de musgo, y grandes rocas salpicando el paisaje, además de alcornoques en las laderas de la montaña.

Monsanto

Vistas desde la parada del autobús










El segundo tramo, entre Carroqueiro e Idanha-a-Velha es más suave, transcurre por pistas forestales entre campos de cultivos. Y el pueblo de Idanha-a-Velha tiene también mucho encanto, una muralla que lo rodea y casas antiguas.




Una de las calles de Idanha-a-Velha

Saliendo del pueblo

Y el último tramo fue el que se nos hizo más largo. Tal vez influía que ya llevábamos un rato caminando, y era largo, si los indicadores estaban bien unos 11 km. Todo transcurría entre dehesas, con repechos constantemente, pero un paisaje bastante distinto al que pensaba que sería. No se me da bien describir (y menos si quiero acabar de escribir la entrada), por lo que intentaré que las fotos hablen por mí.

Y al llegar a Alcafozes se acabó la ruta. Este era un pueblo de interior, sin mucho interés visual, pero curioso, teníamos la sensación de que el tiempo estaba parado, y habíamos llegado para alterarles la calma, al menos el rato que estuvimos para comer.





No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails