La visita a la comarca comenzó por su vertiente más cultural, yendo al monasterio de Yuste. Es un enclave precioso, perdido en la montaña, un lugar tranquilo. Puede que por eso Carlos V decidiese pasar allí los últimos días de su vida.
El edificio es interesante, y tiene muchos rincones bonitos. Comenzando por los dos claustros y la iglesia, en el lado monacal, y luego están las dependencias del monarca, muy curiosas, ver las dependencias y mobiliario del siglo XVI. Pero la entrada normal son 7€, me parece un poco caro para lo que ofrece.
El tema fotográfico está limitado, no permiten hacer fotos en interior, pero sí en los claustros y patios, por lo que hay cosas que no puedo mostrar, pero sí otros rincones que intenté captar.
Muros exteriores del monasterio de Yuste
Patio privado de Carlos V
Busto del rey
Entrada a la iglesia